El pulso como indicador de una buena condición física
Muchas veces cuando estamos realizando un Control Médico de rutina, tanto así como cuando concurrimos a algun Centro Médico por alguna molestia en particular, uno de los primeros análisis que se nos realiza es la medición del Pulso Sanguíneo, siendo un chequeo fácil de realizar, que no demanda un instrumental complejo y que fundamentalmente no consiste en un Chequeo Invasivo, sin producirnos lesiones o causándonos molestias a la hora de realizarse. Para quienes no conocen de qué se trata, el Pulso consiste en la medición de la fuerza que realiza la Circulación Sanguínea a nivel arterial, generando una especie de Expansión o Pulsación en las paredes internas de las mismas, pudiendo ser mensuradas en una cantidad específica y percibidas en las zonas donde mayor cercanía tienen a un contacto con la piel, generalmente tomándose el Pulso de las Muñecas, aunque también se suele realizar la toma del Pulso Carótido, ubicado en la zona lateral del cuello y analizándose la Arteria Carótida. Para poder Tomar el Pulso debemos ubicar las zonas de la muñeca o la carótida y pulsarlas levemente utilizando los Dedos Índice y Mayor, evitando utilizar por el contrario el Dedo Pulgar ya que este cuenta con su pulso propio, pudiendo causar malas mediciones, y a veces ayudándonos con el Dedo Anular si la fuerza no es la suficiente o no logramos una toma correcta. Se debe entonces contar con un Reloj Cronógrafo que nos permita verificar el lapso de un minuto, y procedemos entonces a realizar un conteo de la Cantidad de Pulsaciones que ocurrieron en ese lapso de tiempo, pudiendo también realizarse con ayuda de un Estetoscopio, instrumental que permite amplificar el sonido y que suele utilizarse para medir el Pulso Cardíaco, además de contar con el instrumental específico del Esfigmanómetro, que es diseñado exclusivamente para la medición de la Presión Arterial. ..